Investigación cualitativa

Un estudio puede llevarse a cabo desde dos perspectivas: la cualitativa y la cuantitativa. La primera persigue la comprensión global de un fenómeno, y se centra en el proceso antes que en el resultado; obtiene datos en contextos naturales (por ejemplo, un colegio), y dichos datos son de tipo descriptivo, por ejemplo, aquellos que provienen de la observación de las actividades en el aula o de las entrevistas; por otro lado, suele recurrir a métodos de análisis inductivo; finalmente, aunque investiga relaciones entre variables, permite reacciones imprevisibles o inesperadas, y la interpretación de los fenómenos es fundamentalmente subjetiva. Por su parte, la investigación cuantitativa busca explicaciones para un fenómeno, es decir, se interesa por las causas que lo provocan, y estudia las relaciones entre un cierto número de variables definidas y controladas. Este tipo de investigación no interpreta los fenómenos, sino los resultados de las mediciones realizadas, y se sirve de datos de tipo cuantitativo.

Por lo que respecta a los métodos de análisis de cada tipo de investigación, los métodos cualitativos permiten estudiar determinados aspectos con detalle y en profundidad, aunque los resultados son menos generalizables ya que el número de casos observados es limitado. En los métodos cuantitativos se parte de un número reducido de categorías de análisis predeterminadas, a las que se reducen las variadas experiencias o perspectivas de los sujetos. La ventaja de este análisis es que permite trabajar con un mayor número de casos, con lo que su poder de generalización es también mayor. Asimismo, los datos obtenidos pueden tratarse estadísticamente, lo cual facilita la presentación clara y sucinta de los resultados, así como las comparaciones.